Sunday, March 11, 2007

Analogía de la filosofía

se me a cuestinado sobre la naturaleza de este peculiar que hacer humano, y en todo caso les puedo decir eso, la filosofía es exclusiva de los seres humanos, y de ese conjunto no todos la desarrollan, sólo algunos. (espero estar dentro de ese grupo)
y de ese grupo, parece que no hay un número significativo que este de acuerdo en lo que la filosofía sea.
yo no quiero definirla, pues con ello la reducimos en sus posibilidades, la acotamos y algo que queremos (al menos algunos de los aquí presentes) es que los criterios que tengamos para delimitar lo que no es filosofía no sean ni muy amplios ni muy estrechos.
hacer pollo con papas no es precisamente hacer filosofía, pero queremos algunos de nuestros esfuerzos mentales lo sean. quiero que exista rigor en mi discurso, pero que sea maleable como a su vez resulta la realidad, o mi aprehensión de ella.
un rasgo que me resulta irrenunciable, es la caracteristica argumentativa de todo discurso filosófico. ¿pero hasta donde?
por ese rasgo doy esta analogía entre filosofía y el ajedrez. (es un juego, y por ello hay que tomarlo muy en serio)
hay dos contendientes, dos posiciones confrontadas que por jugadas, ganan espacio en el tablero, en el espacio argumental, cada jugada es un argumento y su respectiva respuesta, refutación o no. (recuerden que una jugada se compone del tiro de ambos jugadores)
el problema es la manera en que veamos la 'confrontación', no es un mero contrapunteo, se juega algo más que ver quien gana, en ese sentido la filosofía debe comprometer a los filósofos con su discurso, y en ese sentido los argumentos ad hominen, son efectivos.
la filosofía, si ha detener algún aspecto ético, debe comprometer a aquellos que la desarrollan.
no es valido mover las piezas y no aceptar los resultados de esos movimientos.
otro aspecto que debemos manejar con cuidado es que entederemos por ganar espacio argumental, y que por ganar la partida.
obvio es que no reduzco a la filosofía a un montón de argumentos, en donde el objetivo es degollar al rey oponente, pero es parte de este quehacer, si dos argumentos realmente se contraponen, finalmente tendremos que aceptar uno de los dos, o una mezcla de ambos, eso sería como ver cuales jugadas resultaron efectivas aun que el juego quede tablas.
atribuir algo así como la victoria a uno de los argumentos es aceptar que uno de los oponentes no tenía razón en su discurso o argumentos, o su oponente fue más elegante, o ataco un punto principal, en todo esto resulta tambien obvio, que no se trata de una dispúta estrictamente personal, sino de algo que trasciende a aquel que presenta los argumentos. se convierte en polémica social. pero hasta aquí con la analogía que seguro se puede exprimir más mientras menos diga yo.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Gerardo,
siempre es bueno pasearme por esta casa sin puertas ni cerraduras...


La crítica es un arte bajo, dice Nietzsche. Con esto se refiere a que es la voluntad de la Nada quien la impulsa, aquella que se dedica a negarlo todo, pero que a fin de cuentas no afirma nada ni plantea nada nuevo. Para él, la crítica positiva es aquella que crea ¿que crea? una nueva sensibilidad sobre lo planteado, no una crítica misma a su esencia.

Se hace evidente que bajo esa concepción positiva, activa, no existen ganadores.


Así lo piensan tambien, sus seguidores:

"[...] por este motivo sienten los filósofos escasa afición por las discusiones. Todos los filósofos huyen cuando escuchan la frase: vamos a discutir un poco. Las discusiones están muy bien para las mesas redondas, pero el filósofo echa sus dados cifrados sobre otro tipo de mesa. De las discusiones, lo minimo que se puede decir es que no sirven para adelantar en la tarea puesto que los interlocutores nunca hablan de lo mismo
[...]A veces uno se imagina la filosofía como una discusión perpetua, com una 'racionalidad comunicativa', o como una 'conversación democrática universal'. Nada mas lejos de la realidad y, cuando un filosofo critica a otro, es a partir de planos que no eran los del otro, y que hacen que se fundan los conceptos antiguos del mismo del mismo modo que se puede fundir un cañón para fabricar armas nuevas
[...] Pero quienes critican sin crear, quienes se limitan a defender lo que se ha desvanecido sin saber devolverle las fuerzas para que resucite, constituyen la auténtica plaga de la filosofía"

- G. Deleuze ("Qué es la filosofía?)


Sí comparten la idea de una competencia, una rivalidad:

¿Por que nace el filósofo en Grecia? Los filósofos son extranjeros pero la filosofía es griega, dice Deleuze. ¿Qué encuenetran los inmigrantes bárbaros en el medio griego? una sociabilidad pura -pensemos en la geografía griega- "que se opone a la soberania imperial y que no implica interés previo alguno; un cierto placer de asociarse, que constituye la amistad pero tambien constituye la rivalidad".
Leo en todo esto: no hay un interés común, no se discute lo mismo. Nos queda la rivalidad del filósofo, distinto del 'sabio' que pensaba mediante figuras y no en conceptos: mientras la figura es paradigmática, el concepto es sintagmático, mientras la figura es proyectiva y jerárquica, el concepto es concectivo y vecinal, no es referente sino consistente...

En fin, espero haber aportado 'otra sensibilidad' sin mi frecuente dificultad de hacerme entender, y seguiré con atención el muy interesante planteo

8:18 PM  
Blogger Carlos V. said...

Huelga decir, Gerardo, que la Filosofía es multívoca. Quizá, ciertamente, ella es patrimonio de Grecia y, sin embargo, los bárbaros seguimos buscando...
Te respondo en polemos.

3:35 PM  

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