Saturday, July 29, 2006

Análisis de un albur.

El tema a tratar puede resultar largo, así que siéntense un momento y pongan las retinas atentas.
El sentido de las palabras puede fácilmente desviarse, en el lenguaje que manejamos los mexicanos las oraciones tienen más de una vía de interpretación. ¿En que consiste la posibilidad de entender más de una cosa con una sola frase? ¿dónde radica ese doble sentido?
Primero hemos de aceptar que en este lenguaje que usamos a diario los mexicanos, las oraciones pueden aceptar más de un sentido, a saber el literal y uno segundo al que denominaremos ‘marco de los albures’. Me parece necesario hacer explícito que los albures se dan en eventos lingüísticos precisos, con esto me refiero a ocasiones únicas en las que un albur puede darse efectivamente, de aquí podemos inferir una característica del fenómeno, la espontaneidad, un albur es por naturaleza espontáneo.

Puedo imaginar que es viernes por la tarde, nos dirigimos a uno de esos bares de Copilco para ver un partido de fútbol, sin embargo uno de los camaradas no nos acompañará. Dadas las circunstancias el compañero ‘A’ enuncia: “Quédate, o que, tu mamá es tacaña.”[1]
Este tipo de circunstancias son a las que me refiero como “eventos lingüísticos.” Analicemos la forma literal del enunciado que nos importa.
“Tu mamá es tacaña” (llamemos a este enunciado y a los de este tipo ‘a’)
Este es su análisis lógico ($x) (Mxt &Tx). Puede que se lo considere insuficiente para encontrar todas las implicaciones de esta oración, pero basta para resaltar el problema que lo hace funcionar como albur. Literalmente dice que hay un ‘x’ que es mamá de ti, y que además ‘x’ es tacaña. La relación que guarda la oración con el evento lingüístico es coherente, el compañero que se retira puede hacerlo porque su madre no le dio dinero. Ese es el sentido literal.


Sin embargo, oculto, ‘a’ lleva otro sentido. Esta es la segunda característica que encontramos en los albures, no son expresos, se esconden detrás de un sentido literal coherente. Nos damos cuenta que la partícula que realmente afecta el sentido de la oración es ‘t’, en el análisis literal encontramos que ‘t’ refería (considerando el evento lingüístico) al compañero que no iría a ver el partido. Ahora bien entendida como albur ‘a’ conserva su referencia. Pero el sentido cambia, mientras que literalmente ‘t’ tiene un papel de pronombre posesivo en su segundo sentido cambia a pronombre personal.
Con esto cambia la relación ‘Mxt’. El segundo sentido es evidente ($x) ( Mxc).
¡¡Incluso ha cambiado la forma lógica y con ello los individuos al igual que la relación de la predicación!! Todo lo que se puede hacer con un par de acentos.
Lo asombroso del albur es que ambos sentidos es decir: ($x) (Mxt &Tx) y
($x) ( Mxc) son oportunos, tienen coherencia. Claro está es distinta y lo que revela el problema de los albures es que una misma oración puede tener en un solo evento lingüístico dos sentidos. Es decir, que las oraciones del tipo ‘a’ expresadas en el momento oportuno y en el lugar oportuno se entienden de dos maneras. Por lo tanto pueden cohabitar dos marcos lingüísticos, el literal y el de albures.
Hacer que esos dos marcos lingüísticos se toquen en una sola oración requiere técnica, y esto porque no cualquiera es capaz de expresar ambos sentidos en una sola oración, quizá deba realizarse un estudio de cuales son las oraciones que pueden hacer que ambos marcos se presenten, pero por el momento la intuición es que casi cualquier oración puede tener los dos sentidos, razón por la que parece que no son las oraciones las que encierran el doble sentido sino el usuario. En nuestro ejemplo, el sujeto ‘A’ tiene la capacidad de alburear. Incluso otro estudio posterior debería ser el de cual es la mejor escuela para manejar las oraciones del doble sentido y por que razones.






Ahora bien el albur no tiene sentido si el sujeto receptor no comprende. Por lo cual podemos decir que el albur necesita dos partes, un albureado y un albureador. Ambos pertenecen al marco lingüístico. Si bien no todos los hablantes del español forman parte del marco de albures al menos una gran parte de los hablantes del mexicano si lo hacen, a lo mejor de una manera poco eficiente, es decir el realmente virtuoso es el que tiene la capacidad de alburear al otro y por supuesto aprovechar las circunstancias, mientras que la mayoría somos solo oyentes (al menos en la mayor parte de los eventos lingüísticos). Ese ‘solo oyentes’ es impreciso, pues quien es capaz de oír el albur es porque lo comprende, la vida de cualquier marco lingüístico depende de los usuarios, de que sus proposiciones sean entendidas. El marco lingüístico depende de los hablantes, con esto podemos decir que los albures solo son entendidos por aquellos que son usuarios del marco de albures. En este aspecto radica la técnica y el carácter de distinción que es el albur. Es técnica, pues se necesita una cierta especialización en captar el sentido de las oraciones (no cualquiera entiende un albur, a la misma manera que no todos entienden mecánica) y es criterio para distinguir quien y quien no pertenece al marco. Yo por ejemplo lo he usado para distinguir entre dos lenguajes, el español y el mexicano, por lo tanto sabré quien es un hablante competente del mexicano de acuerdo con su capacidad en dicho marco lingüístico.

[1] A más de un filósofo podría parecerle que el problema radica en la manera en que usamos la partícula ‘es’, quizá diría que la usamos como termino medio y vago

Sunday, July 23, 2006

Sobre el origen de las dudas

Y me pregunto, donde radica el centro de la filosofía, ¿qué es la filosofía?
al menos hemos visto lo que hoy llamamos "analítica" y sus preguntas fundamentales son la significación, el sentido, la referencia, verdad,... (al menos así funciona con Frege, Russell, y L.W. en el tractatus).
estoy intentado llevar a cabo una investigación lógica, intenté dirigirla hacia las preguntas fundamentales, sabiendo que ellas nos llevarían en una cierta dirección, sin embargo un niño me ha selñalado el camino sin necesidad de preguntar,
"este es el vocán Snefells, del que hablan en el libro..."
él me pregunto - "¿porque le ponemos nombre a todo?"

Wednesday, July 12, 2006

la moral y su fundamentación.

De la moral y sus conflictos.
¿En que sustentaremos nuestros actos?
Dudo que en la actualidad el problema de la moral sea apremiante para los filósofos, pero ignorando un poco eso plantearé a continuación un problema (bastante concreto) y una solución definitiva, claro sólo si se aceptan mis supuestos tales como la veracidad de la ciencia biológica, que de hecho exista dicho conflicto moral, y que se necesita de una base para los actos, o mejor, para que esos actos estén justificados y de alguna forma. Por cierto no daré en el presente ensayo un argumento que muestre la importancia y necesidad de la validación de los actos.

Supongamos un caso que la sociedad condena moralmente con cierta frecuencia.
Sea este las relaciones amorosas entre parientes, resultaría interesante identificar la situación histórica en la que se señaló como un conflicto o bien en la que se condenaron dichas relaciones, pero el propósito de mi ensayo no requiere esa información, la gente que suele condenar ese tipo de relaciones no argumenta mucho más allá de la bondad o malicia de ese tipo de relaciones, pero ¿ a que se refieren con malicia?
¿La postura moralina es condenable por su injustificación? Diremos que sí, al igual que las demás posturas carezcan de ella, aunque no se las condene pierden validez, pues lo mismo daría actuar conforme a la moral que en contradicción con ella.
Desaparecen los asideros habituales que justificaban nuestros actos, pero los actos mismos no. ¿Desaparece el problema? No, hay un lastre social del cual ningún hombre se puede librar, a menos que justifique plenamente sus actos.
¿Existe algo así como una justificación plena? Quizá, eso no quiere decir que sea eterna e inamovible, lo que quiere decir es ‘validez para todos aquellos que tengan creencias comunes’, parece que caigo en un circulo vicioso y dogmático, pues lo único que hago es quitarle validez a la acción justificada en el miedo al castigo divino, aterrizando la justificación de mis actos en premisas científicas. ¿Qué valida esas premisas? La demostración científica es algo más que una mera creencia.
Ahora atacaré el problema, permítanme cambiar un poco la situación, el problema será ‘reproducción entre parientes’.
Una forma común de tomar estos problemas es respecto a su bien o su mal. No romperé esa tradición, pero ¿Qué es el mal?
Mi postura es la siguiente: los casos de ‘enfermedades’ por herencia es un hecho, verdad científica, los genetistas han demostrado que hay ‘deformaciones’ debido a la repetición de genes recesivos, la fenilcetonuria, la hemofilia, a estas anormalidades las llamaremos males.
‘Enfermedades’ y ‘deformaciones’ son palabras que provienen de una cierta forma de entender los hechos, parece que en su uso incluimos la comprensión de ellas como algo no benéfico, en todo caso son anormalidades, y les pido que no adjetiven la palabra ‘anormal’ eso de por si no es bueno o malo, el uso que hago de ‘mal’ que hago aquí no se debe a la anormalidad, sino a las deficiencias que vienen con ella, la fenilcetonoria es una incapacidad para procesar una cierta sustancia, y en caso de consumirla las neuronas del individuo mueren irreparablemente. No creo que haga falta hablar de las demás enfermedades que provoca la repetición de los genes recesivos, en aras de la brevedad corto aquí. Si se acepta que las consecuencias de esas anormalidades es un mal, entonces debería evitarse la acción que lo produce. Como puede notarse sigo a la tradición, debemos actuar según el bien y evitar el mal.
Pero ¿Cuál será el criterio?
La genética, está al alcance de las mentes hacer cálculos de fracciones.
Esto incluye una noción de que somos, si lo quieren así del ‘ser humano’.
Cada individuo es la sumatoria de otros dos individuos (no se tome literalmente la palabra ‘individuo’) es decir, somos un entero fraccionado, a primera vista en 2/2. Cada medio es representado por un progenitor así es que en realidad somos 4/4, ha pero tenemos abuelos somos 8/8, y así hasta el infinito. Si aceptamos la idea de Adán y Eva como una manera de ejemplificar, entonces Adán y Eva serían ambos un entero indivisible, sus hijos serían 2/2, sus nietos 4/4 así hasta llegar a nosotros. Cada uno de los humanos somos ¥/¥.
Los rasgos recesivos se presentan cuando la suma de la fracción da por resultado un número grande, esa fracción será la posibilidad de que se presente un mal.
Por ejemplo, entre hermanos 2/2+2/2= 4/4 o un entero de posibilidad de presencia. Véase de la siguiente forma, los apellidos son un nombre para la herencia aportada, los hermanos de los que hablamos con anterioridad tienen la herencia (a,b) que recibe el nombre Pérez Hernández, Pérez = ½ y Hernández =½. Los apellidos de origen coinciden con el entero (hijo de los hermanos) un par de hermanos que se reproduzcan entre sí aportaran un entero de coincidencia (repetición) que es la mayor probabilidad de mal, un entero de posibilidad.
¿Cuándo será conveniente reproducirse?
Mientras más pobre sea la coincidencia, el producto tendrá menor posibilidad de daño, puedo imaginar un caso en el que la coincidencia sea e 2/64 de herencia compartida, lo cuál haría factible la reproducción, 2/64 no es un criterio fijo, no hay una cifra exacta que valide del todo la reproducción, pero al menos tenemos un criterio para juzgar libremente y tomar la decisión de reproducirse o no. Este criterio es fijo, tan fijo como la ciencia biológica, y dense cuenta que no digo que sea fija.
Mi solución a este problema tiene conflictos, ellos respecto a lo que he llamado mal. Parece que mi argumento es eugenésico pues tiene por consecuencia el considerar maligna la reproducción entre ‘enfermos’, entre gente que tiene deficiencias genéticas. Y claro las personas con problemas de este tipo son, según la forma en que hemos visto el problema, un mal,. Un mal que se ha de evitar.
De ninguna manera diré que se extermine a estas personas, pero ¿evitaremos su reproducción? ¿un argumento de este tipo es valido? ¿a que nivel alcanza su acción? Es decir ¿puede ser aplicado por el estado o solo personalmente?
Véase que este tipo de argumentos tiene la intención de fundar nuestras acciones en un plano científico. Y que las acciones deben justificarse, de lo contrario todo está permitido, por lo tanto lo están todas las acciones o bien ninguna. ¿Hay algún argumento que muestre la necesidad de justificar nuestras acciones?